Tener un terrario adecuado es esencial para el bienestar de nuestras queridas tortugas. Además de brindarles un espacio seguro, también es importante proporcionarles un entorno enriquecedor que satisfaga todas sus necesidades naturales. En este artículo, aprenderemos cómo mejorar tu terrario para tortugas y crear un hábitat ideal para ellas.

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  1. Tamaño del terrario: Es fundamental asegurarse de que el terrario sea lo suficientemente grande para que nuestras tortugas puedan moverse libremente. Dependiendo del tamaño y especie de la tortuga, recomendamos un mínimo de 38 litros de capacidad por cada 2.5 cm de longitud de caparazón. Siempre es mejor optar por un terrario lo más grande posible, ya que esto les permitirá explorar y ejercitarse, lo cual es vital para su salud.
  2. Selección del sustrato: Elegir el sustrato adecuado es crucial para asegurar que nuestras tortugas estén cómodas. Un sustrato fácil de limpiar, seguro e higiénico es la arena o grava para acuarios. Evita utilizar sustratos que puedan ser ingeridos accidentalmente, como la tierra o el césped, ya que esto podría causar problemas digestivos.
  3. Temperatura y humedad: Las tortugas son poiquilotérmicas, lo que significa que dependen del ambiente para regular su temperatura corporal. Asegúrate de tener un termómetro y un higrómetro en el terrario para monitorear la temperatura y la humedad. La temperatura óptima para la mayoría de las tortugas oscila entre los 25 °C y 30 °C durante el día, y entre 20 °C y 25 °C durante la noche. Mantén un área con acceso a los rayos del sol o utiliza una lámpara de calor para proporcionar el calor necesario. Además, rocía agua en el terrario a diario para mantener la humedad adecuada.
  4. Iluminación: Las tortugas necesitan una fuente de luz ultravioleta (UVB) para sintetizar la vitamina D, esencial para la absorción de calcio y para el desarrollo de un caparazón fuerte y saludable. Invierte en una lámpara específicamente diseñada para reptiles que emita luz UVB adecuada. Además, proporciona una fuente de luz diurna y nocturna para regular su ciclo de sueño.
  5. Espacios de agua: Todas las tortugas necesitan acceso a agua. Si tienes una especie acuática, asegúrate de tener un área de agua lo suficientemente grande y profunda para que naden cómodamente. Además, agrega una rampa gradual o una plataforma para que puedan salir del agua fácilmente y descansar. Para especies semiacuáticas, ofrece tanto un área de agua como un área seca donde puedan tomar el sol y esconderse.
  6. Decoración y enriquecimiento: El terrario de una tortuga debe incluir elementos de enriquecimiento como plantas vivas, rocas, arbustos, troncos y cuevas. Esto les brinda una variedad de lugares para explorar y esconderse, lo que ayuda a estimular su comportamiento natural. Además, asegúrate de que todo el mobiliario sea seguro, sin bordes afilados o productos químicos tóxicos.
  7. Alimentación adecuada: Asegúrate de proporcionar una dieta equilibrada y variada a tus tortugas. Investiga las necesidades dietéticas específicas de tu especie y ofréceles alimentos frescos como hojas verdes, vegetales, frutas y proteínas de calidad. Además, proporcionarles suplementos vitamínicos y de calcio ayudará a prevenir deficiencias nutricionales.

Siempre ten en cuenta que cada especie de tortuga tiene necesidades particulares, por lo que es importante investigar y comprender los requisitos específicos de tu tortuga antes de hacer mejoras en su terrario. Recuerda que un ambiente adecuado enriquecerá la vida de tu tortuga, promoviendo su salud y bienestar en general.